El Derecho Penal Canónico se encarga de legislar sobre los delitos o crímenes dentro de la Iglesia, estableciendo los procedimientos para juzgar a los acusados y sancionar a los culpables con el fin de restaurar la justicia y la paz.
Los delitos en la Iglesia atentan contra los derechos de las personas, obstaculizan la misión, rompen la comunión y ofenden a Dios. Pueden involucrar tanto bienes sobrenaturales (como la Palabra de Dios, los sacramentos o el buen gobierno eclesiástico) como bienes naturales relacionados con la misión (como la vida, la libertad o la integridad de las personas), o ambos tipos de bienes simultáneamente.
Entre los delitos más comunes se encuentran la apostasía, la herejía, el cisma, el abuso de poder, el abuso sexual, la corrupción económica, la profanación de la Eucaristía, la violación del secreto de confesión, las calumnias, la falsificación de documentos, entre otros.
Como Abogado Canonista y de la Rota Romana, defiendo tus derechos en todos los niveles jerárquicos de la Iglesia y te ayudo a obtener la reparación de los daños.
El Derecho Administrativo Canónico abarca el conjunto de leyes que regulan la administración pública y la gestión del gobierno pastoral en la Iglesia. Estas normas buscan eliminar la arbitrariedad en las acciones de las autoridades eclesiásticas, asegurando un buen gobierno al servicio de la salvación de las almas.
El recurso jerárquico —similar a la apelación judicial— es el instrumento más eficaz para proteger los derechos de las personas frente a la administración pública de la Iglesia. Se lo utiliza contra las decisiones de las autoridades eclesiásticas que causan un daño injusto.
Algunos de los temas más comunes son la incardinación y excardinación de clérigos, la remoción o traslado de párrocos, la expulsión de miembros de institutos de vida consagrada, la prohibición de ejercer el sacerdocio o diaconado, la negación de la ordenación sacerdotal a diáconos, la remoción de puestos de trabajo, la imposición de medidas cautelares o de sanciones penales administrativas, la designación de comisarios para institutos, la supresión de asociaciones o parroquias, la reparación de los daños, entre otros.
Como Abogado Canonista y de la Rota Romana, defiendo tus derechos en todos los niveles jerárquicos utilizando los instrumentos legales que la Iglesia ofrece.
El Derecho Patrimonial Canónico comprende el conjunto de leyes que regulan los bienes temporales de la Iglesia. Estas normas buscan asegurar que el patrimonio eclesiástico se utilice para la salvación de las almas, especialmente para sostener el culto divino, proveer de manera honesta al clero y otros ministros, y desarrollar obras de apostolado y caridad.
Algunos de los temas más comunes son las ofrendas, tasas e impuestos, las colectas, la remuneración y asistencia social del clero, el sustento de los miembros de institutos religiosos, la unión, división o extinción de personas jurídicas, los contratos, la compra, administración o venta de inmuebles pertenecientes a diócesis, parroquias e institutos de vida consagrada, las donaciones y las fundaciones piadosas, entre otros.
Como Abogado Canonista y de la Rota Romana, te asesoro sobre cómo proceder en cada una de estas situaciones. Si tuvieras algún problema, medio entre las partes para alcanzar una solución patrimonial justa. Y, si fuera necesario, te represento en todas las instancias eclesiásticas para defender tus derechos.
El Derecho Matrimonial Canónico es el conjunto de leyes de la Iglesia que regula la unión sacramental entre el varón y la mujer.
Los procesos de declaración de nulidad matrimonial en los tribunales eclesiásticos buscan verificar si se cumplieron los requisitos necesarios para la validez de un matrimonio.
El vínculo conyugal se establece en el momento de la celebración de las bodas, cuando los novios expresan su voluntad de entregarse mutuamente en una alianza irrevocable y aceptan formar un consorcio para toda la vida. Sin embargo, en ciertos casos, este vínculo puede no llegar a establecerse debido a diferentes motivos estipulados por la ley canónica, como vicios del consentimiento (incapacidad psicológica, falta de libertad, simulación), impedimentos para contraer matrimonio (falta de edad legal, impotencia sexual, matrimonio previo) o defectos en la forma de la celebración (falta de autorización, ausencia de testigos).
Declarar la nulidad de un matrimonio es un acto de justicia que permite a los cónyuges vivir de acuerdo con su realidad sacramental. Es decir, vivir como casados si el vínculo es válido o, en caso de declararse la nulidad, abrir la posibilidad de contraer un nuevo matrimonio.
Como Abogado Canonista y de la Rota Romana, te acompaño y defiendo en todas las instancias de este proceso de discernimiento y clarificación de tu situación sacramental y familiar.
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