Sebastián Frías, un salteño en el tribunal de apelación del Papa
El número de abogados especializados en derecho canónico, conocidos como abogados rotales, es escaso en el mundo, con solo 260 habilitados para ejercer en los altos tribunales del Vaticano. Estos profesionales, altamente capacitados, son fundamentales para representar a personas e instituciones en casos que llegan al Tribunal de la Rota Romana, establecido por el Sumo Pontífice para recibir apelaciones.
Sebastián Frías, un sacerdote argentino de 39 años radicado en Roma, se ha convertido recientemente en el único abogado rota en Argentina. Su camino hacia esta distinción comenzó con una sólida formación académica en derecho y filosofía en Argentina y Roma, culminando con múltiples títulos de posgrado, incluido un doctorado en derecho canónico. Tras aprobar un riguroso examen de habilitación, se convirtió en el único sacerdote en obtener esta distinción el año pasado.
El proceso de estudio rotal se extiende por tres años e implica prácticas intensivas, resolviendo casos reales en latín, el idioma oficial de la Iglesia católica. Además de su dominio del latín, Frías habla varios idiomas y posee una amplia experiencia en derecho canónico y práctica eclesiástica.
El Tribunal de la Rota Romana se encarga principalmente de casos de nulidad matrimonial, aunque también aborda asuntos patrimoniales y penales dentro de la Iglesia. Bajo el liderazgo del Papa Francisco, se han implementado reformas para hacer que el acceso a la justicia eclesiástica sea más accesible, incluido el derecho al patrocinio gratuito en casos matrimoniales.
La labor del Tribunal de la Rota Romana es crucial en la administración de la justicia dentro de la Iglesia católica, actuando como tribunal de apelación del Papa y revisando miles de casos cada año. Con una estructura colegial y jueces de diversas partes del mundo, desempeña un papel fundamental en la tutela de los derechos en la Iglesia.